EL ESTRÉS Y LA GRASA CORPORAL
A la hora de perder peso muchas personas no consiguen llegar al peso propuesto, algo que puede llegar a ser erróneo, porque como ya dije en otros artículos o vídeos, cuando se inicia una alimentación junto con un entrenamiento orientados a la mejoría física, podemos llegar a recargar los músculos de energía (glucógeno) para poder soportar el ejercicio y esto hará que los mismos pesen más aunque estemos perdiendo talla (QUE ES LO REALMENTE IMPORTANTE).
Respecto a esta pérdida de talla, no todo el mundo llega a quedar con el vientre plano, aunque lo importante, como también dije, es encontrar nuestra mejor versión.
En el siguiente vídeo os explico los tipos de grasa (SUBCUTÁNEA y VISCERAL) y la incidencia del ESTRÉS en nuestros depósitos de grasa corporal:
Que el vientre, en algunas ocasiones, no quede plano puede venir porque hayamos estirado demasiado la piel tras haber engordado mucho previamente (con lo que se necesitaría una abdominoplastia), también puede ser por una dieta errónea o la falta de un buen programa de ejercicio. Estos factores que acabo de mencionar también pueden actuar de forma simultánea.
EL ESTRÉS
Hay otro factor que no se conoce por el público en general, pero estás de suerte porque hoy lo vas a conocer y es EL ESTRÉS.
Situaciones como problemas en la vida familiar, en el trabajo, la falta de descanso, una alimentación muy baja en nutrientes, enfermedades o molestias físicas nos pueden generar estrés.
Nuestro organismo como respuesta al estrés genera una hormona llamada CORTISOL (conocida como la hormona del estrés), la cual es fabricada por las GLÁNDULAS SUPRARRENALES.
El Cortisol se libera como respuesta al estrés de tal manera que como defensa nos proporcionará una mayor fuente de energía (para soportar estas situaciones) en forma de depósitos de grasa ya que va a captar más de las grasas que consumamos y se aferrará más a las existentes en el organismo. Esta situación provocará que haya mayores acúmulos de grasa subcutánea que es la que se localiza justo por debajo de la piel y “borra” nuestra figura.
EL ESTRÉS es un factor a mayores que hará que nos cueste más liberarnos de los depósitos de grasa, pero no el principal.
Para regular los niveles de Cortisol deberemos reducir las situaciones de estrés, aunque en ocasiones es difícil ya que puede haber factores que no dependan de uno como por ejemplo, cuando hay niños pequeños en casa y no te dejan descansar. De todos modos el descanso es fundamental, el ejercicio importantísimo, estar tranquilos y relajados, una aliumentación rica en magnesio (la avena lo tiene y ayuda a regular los niveles de cortisol) y las grasas insaturadas (nueces, pescado azul, aceite de oliva virgen extra…)